En las últimas semanas, la revista «The Economist» publicó una noticia que puso en alerta a todo el mundo. Una crisis alimentaria sin precedente se avecina, a consecuencia de factores cómo la guerra entre Rusia y Ucrania que originan el incremento de los alimentos como el maíz y el trigo, los fertilizantes como principales insumos de la cadena productiva escasean y hacen encarecer la producción agrícola a nivel internacional.
Nuestro País será seriamente afectado al ser importador directo de maíz, trigo y fertilizantes, todos estos influyen directamente en las campañas agrícolas de todas las zonas a nivel nacional. ¡Nos hacen falta fertilizantes!
Pocos saben qué en la región Piura se encuentra una de las más grandes reservas de fosfatos en América. Bayóvar es una mina a cielo abierto de roca fosfórica principalmente utilizada en la industria de fertilizantes, este yacimiento tiene una reserva de 238 millones de toneladas de fosfatos por ser explotadas las que se encuentran en el desierto de Sechura. Bayóvar fue concesionado a finales del gobierno de Alejandro Toledo, allá en el año 2005, a la empresa brasileña Vale SA, Cuándo se adjudicó la concesión Vale S.A. se comprometió a:
1.- Entregar un millón de dólares cuándo se suscribe el contrato, esto a favor de la fundación comunal San Martín de Sechura, y medio millón a partir del tercer año.
2.- Entregar 1200 toneladas de concentrado de roca fosfórica a favor de la comunidad campesina San Martín de Sechura para uso exclusivo agrícola de la misma comunidad a partir del primer año de exploración.
La empresa Vale S.A. en el año 2008 cedió sus acciones al 100% a favor de la empresa Miski Mayo SRL, convirtiéndola en la subsidiaria directa de sus operaciones en Perú.
Hoy Miski Mayo opera el proyecto Bayóvar exportando fosfato a Estados Unidos, Chile, Brasil y países de Europa. ¿Influyen las operaciones de Bayóvar en la agricultura nacional? Hasta dónde la evidencia lo demuestra solo aporta a la comunidad campesina San Martín de Sechura lo que hemos indicado anteriormente, todo lo demás es exportado al extranjero.
Y aunque existen diferencias en atribuir la histórica frase: “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” a don Antonio Raymondi, hoy en medio de una crisis alimentaria que probablemente golpeé mucho al Perú, podríamos afirmar que dicha frase cobra relevancia, pues con nuestros yacimientos de fertilizantes estamos asegurando la alimentación de otros países dejando de lado a nuestra gente.
Solamente para citar un ejemplo, nuestro fosfato de Bayóvar lo comercializa en Chile la empresa HEP SpA quién tiene la exclusividad en la importación de este producto a Chile, vendiéndolo como Fosfato de Bayóvar y Roca fosfórica de Sechura.
¿Podríamos tener un polo estratégico de desarrollo en el Perú con el procesamiento total de fosfato en Bayóvar? Claro que sí, hace falta que las reglas jueguen más a favor del desarrollo del Perú qué de los intereses privados de otros países.